La disfunción eréctil es uno de los principales problemas sexuales a los que se enfrentan los hombres diabéticos. Los daños en el sistema vascular pueden reducir el flujo sanguíneo, lo que puede afectar a la capacidad de lograr y mantener una erección. Si los vasos sanguíneos no funcionan correctamente o si una arteria está obstruida, no llegará suficiente sangre al pene, lo que dificultará la erección. La diabetes puede afectar a la sangre que llega al pene y también puede estrechar los vasos sanguíneos del pene, reduciendo la cantidad de sangre necesaria para una erección.
El sistema vascular desempeña un papel crucial en la función sexual. La diabetes afecta al flujo sanguíneo y puede lesionar los nervios y los vasos sanguíneos, especialmente los del pene. Un flujo sanguíneo más lento debido a un sistema nervioso autónomo dañado puede presentar problemas importantes para el rendimiento sexual. Si los vasos sanguíneos no funcionan correctamente o una arteria está obstruida, puede reducirse la cantidad de sangre que llega al pene, lo que provoca disfunción eréctil.
La diabetes puede causar niveles bajos de testosterona, lo que conduce a un menor deseo sexual. Otros problemas causados a veces por la diabetes, como la hiperglucemia, pueden dañar los nervios y vasos sanguíneos necesarios para una buena función sexual. Los niveles bajos de testosterona se han relacionado con una disminución del deseo sexual, disfunción orgásmica y disfunción eréctil, sobre todo en hombres mayores con diabetes de tipo 2.
Tener diabetes no significa que vaya a tener problemas con la función sexual. Sin embargo, tanto los hombres como las mujeres con diabetes tienen más probabilidades de experimentar problemas sexuales que las personas sin diabetes. En particular, la diabetes puede aumentar el riesgo de que un hombre sufra otros problemas de salud sexual. Por ejemplo, un nivel elevado de azúcar en sangre puede dañar los nervios y vasos sanguíneos necesarios para una buena función sexual.
La diabetes también puede provocar disfunciones eyaculatorias. Éstas engloban varios trastornos relacionados con la diabetes y sus complicaciones, como la eyaculación precoz (EP), la eyaculación retardada (ET), la aneyaculación (AE), la eyaculación retrógrada (ER), el dolor eyaculatorio, la eyaculación anestésica, la disminución del volumen eyaculado y la disminución de la fuerza de la eyaculación. Hasta el 40% de los hombres con diabetes pueden quejarse de disfunción eyaculatoria.
Un nivel elevado de azúcar en sangre puede dañar los nervios y los vasos sanguíneos que son cruciales para una buena función sexual. Es importante mantener un control sobre el azúcar y las grasas en sangre para prevenir dichas complicaciones.
Los hombres con diabetes pueden tener problemas con los espermatozoides que dificulten la concepción. Los espermatozoides pueden ser lentos o no moverse bien, o puede haber problemas con la eyaculación. Para prevenir estos problemas, es esencial controlar la diabetes y evitar daños en los nervios y vasos sanguíneos.
Los hombres diabéticos con problemas para lograr y/o mantener una erección pueden tomar medicamentos orales.
Por ejemplo, avanafil (Stendra), sildenafil (Revatio, Viagra), tadalafil (Adcirca, Cialis) o vardenafil (Levitra, Staxyn).
Estos medicamentos pueden ayudar a controlar la disfunción eréctil en hombres con diabetes.